El artículo 148. 1. 11º de la Constitución de 1978 establece que la caza en España es competencia exclusiva de las comunidades autónomas
Por tanto, cada una de ellas elabora las normativas que la regulan en su territorio. Sin embargo, ciertas regulaciones estatales pueden afectar aspectos relevantes de manera indirecta. Es lo que ha ocurrido este año con el debate abierto por la ley de bienestar animal y los perros de caza.
¿Cómo afecta la ley de bienestar animal a la caza en España?
La Ley 7/2023, de 29 de marzo, finalmente, dejó fuera a los perros de caza y de trabajo y no los equiparó con las mascotas. En la Real Federación de Caza Española expresaron su conformidad, ya que consideran que estos canes realizan una actividad específica y diferenciada de los domésticos. Además, entienden que perderían todo su sentido si hay que educarlos para que no hagan daño a otros animales, por lo que la caza podría desaparecer.

Por otro lado, el cazador puede utilizar los mecanismos que considere oportunos para educarlo. Tampoco es así en el caso de las mascotas, ya que los dueños no les pueden infligir ningún tipo de daño.
Legislaciones autonómicas sobre caza
Las leyes autonómicas más modernas sobre caza, como el caso de la de Castilla y León o la de La Rioja, dan mucha importancia a la gestión sostenible de los recursos cinegéticos. Para ello, establecen medidas de control de las poblaciones de especies y de conservación del patrimonio natural.
Por otra parte, atribuye al dueño del terreno el derecho del aprovechamiento cinegético. Sin embargo, todas las leyes son rigurosas en cuanto al límite de la caza. Solo se puede practicar la caza de la especie concreta que tenga abierta la veda. En cambio, algunas especies, en determinados momentos, pueden ser declaradas de atención preferente. Esto puede ocurrir porque haya superpoblación, por enfermedad o por interés general.
También se establecen instrumentos de planificación de caza. En el caso de Castilla y León, están recogidos en la Estrategia de la Caza. Este documento define los criterios generales para la conservación, fomento y aprovechamiento sostenible de las especies cinegéticas.
Reivindicaciones de los cazadores
Son los cazadores, junto con guardas de coto o de fincas, los que ocupan la primera línea en la prevención de incendios forestales. En consecuencia, solicitan a las Administraciones públicas que retomen las políticas forestales tradicionales. En la actualidad, la despoblación rural y la falta de gestión ganadera y forestal han ocasionado el aumento de una gran masa combustible en los montes.
En definitiva, la sostenibilidad, el medioambiente y la caza en España no son intereses contrapuestos, sino que caminan de la mano. La actividad cinegética controlada permite perpetuar el equilibrio de especies y el mantenimiento de los montes.