Sin duda, la leishmaniasis en perros es una de las enfermedades que más preocupan a los cazadores. Se trata de una infección causada por un protozoo Leishmania, que puede afectar a múltiples órganos e, incluso, causar la muerte al animal. A continuación, se exponen cuáles son los síntomas y cómo se puede prevenir.
La leishmaniasis

Los flebotomos, unos insectos que se asemejan a los mosquitos con cuerpo amarillo, son los que transmiten esta patología. Se presentan, sobre todo, en los meses más calurosos, aunque pueden vivir durante todo el año. Esta enfermedad tiene síntomas muy variados que van desde lesiones muy leves a otras que afectan a órganos vitales, como los riñones o el hígado. Lo más común cuando se presenta la infección es que el perro presente, entre otros:

  • Lesiones en la piel.
  • Pérdida de peso.
  • Lesiones oculares.
  • Crecimiento rápido de las uñas.
  • Diarrea y anemia.
  • Inflamación de los ganglios linfáticos.
  • Cojeras por problemas articulares.
  • Afectación renal.

Es importante poner solución a la leishmaniasis en perros cuanto antes, puesto que esta infección puede llegar a poner en peligro la vida del can.

¿Se puede prevenir la leishmaniasis en perros?

Al tratarse de una enfermedad transmitida por mosquitos es muy complicado prevenirla al 100 %. No obstante, si se toman las medidas adecuadas, disminuye de manera notable el riesgo de que el perro se infecte. Además de aplicar la vacuna preventiva contra la Leishmania, que recomiendan encarecidamente los veterinarios, se debe:

  • Utilizar collares repelentes y administrar las pipetas que sean indicadas.
  • Evitar que el perro duerma fuera durante los meses más calurosos.
  • No sacar a pasear al perro por la noche en zonas en las que haya abundante vegetación.
  • Utilizar repelentes de mosquitos y mosquiteras siempre que sea posible.
¿Qué pasa si un perro se infecta?

Hay que tener presente que la leishmaniasis no tiene cura (de ahí la importancia de la prevención). Por tanto, si un animal se contagia, la tendrá para siempre. Deberá tomar tratamiento y, dependiendo de los síntomas que presente, disfrutará de una calidad de vida menor y estará expuesto a posibles complicaciones.

El mejor consejo es observarlo y, ante el mínimo signo de alarma, como diarreas que no cesan, crecimiento excepcionalmente rápido de las uñas, heridas que no acaban de curar, etc., se acuda al veterinario. El profesional le administrará el tratamiento que considere más adecuado en cada caso. A continuación, podrían presentarse diferentes escenarios:

  • Que se recupere de manera prácticamente definitiva. Hay animales que consiguen controlar la infección durante toda su vida sin complicaciones.
  • Que tenga alguna recaída puntual.
  • Que tenga una evolución fatal porque la infección haya afectado a órganos vitales.

Como explicamos, es importante evitar la leishmaniasis en perros. De esta manera, podremos disfrutar de la compañía del can durante más tiempo, y él tendrá una mejor calidad de vida.

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