Las granjas de caza representan una opción para practicar la caza. Se trata de una iniciativa que contribuye a conservar la naturaleza, aunque no está exenta de problemáticas. Por ello, resulta necesario conocerlas en detalle, así como su funcionamiento, sus ventajas y desventajas.
¿Qué son las granjas de caza?

Se trata de centros especializados en la cría de ciertas especies salvajes con fines cinegéticos. Algunos ejemplos son los ciervos, los gamos o las aves acuáticas. Los dueños de estos recintos venden permisos para cazar a quienes están interesados. Otra alternativa son los paquetes organizados destinados a grupos de personas. De este modo, pueden practicar con garantías de seguridad.

Los centros están regulados, es decir, deben superar una serie de controles de calidad que indican las administraciones. Así, demuestran que sus instalaciones son seguras y están adecuadas tanto para el uso humano como para el cuidado animal.

Las granjas de caza
¿Para qué sirven?

Las granjas se utilizan principalmente para la caza deportiva, donde los cazadores pagan por el derecho de abatir piezas en un ambiente controlado. Igualmente, destacan como método de control del número de animales en un área específica, lo que evita daños a la agricultura y a las propiedades circundantes. Algunos centros están destinados a la conservación de especies en peligro de extinción. En ellos se crían ejemplares para su posterior liberación en la naturaleza.

Principales ventajas e inconvenientes

Pese a que resultan de utilidad, este tipo de granjas no son perfectas. Presentan varias ventajas e inconvenientes que merece la pena conocer.

ventajas
  • Control de poblaciones de animales. Fomentan la gestión del número de animales para evitar que proliferen hasta límites insostenibles.
  • Generación de ingresos. Esto se consigue a través de actividades cinegéticas y de la venta de la carne de las piezas. De este modo, se garantiza su sustentabilidad económica.
  • Conservación. Existen centros especializados en el cuidado de ciertas especies en peligro de extinción, al igual que en su estudio.
desventajas
  • Impacto en la biodiversidad. Cabe la posibilidad de que las granjas alteren los ecosistemas locales al controlar la reproducción de los animales, lo que modificaría el patrón de las cadenas alimentarias.
  • Ética. Algunas personas entienden que no es ético cazar a un animal que está en un ambiente controlado.
  • Bienestar animal. Es una preocupación que surge por la posibilidad de que los animales se críen en condiciones de confinamiento y sean sometidos a algún tipo de maltrato.

En definitiva, las granjas de caza ofrecen oportunidades para los amantes de este deporte. También pueden ser una solución para la conservación de especies, aunque no sea ni mucho menos perfecta. Su impacto en el medio ambiente merece un control adecuado, algo que se extiende al de los propios animales que se crían.

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