La caza juega un papel crucial a la hora de controlar la superpoblación de especies y tiene un rol fundamental para el medioambiente. Sin embargo, la presión recibida desde algunos medios de comunicación, instituciones públicas o amigos, dificulta cada vez más el acceso de las nuevas generaciones a esta práctica. En este artículo se muestra cómo explicar a un hijo el significado de este arte, cómo se debe iniciar, así como la edad ideal para hacerlo.
Explicar a un hijo qué es la caza
El enfoque pedagógico es muy relevante. Debe comprender que se trata de una actividad que sirve para mantener la correcta conservación del entorno. Las especies cinegéticas tienen que mantenerse en unos niveles estables para evitar la superpoblación. Una plaga de conejos o el exceso de jabalís puede derivar en una pérdida de cosechas o en un aumento de los niveles de atropellos.
De la misma forma, al caminar por el bosque se llegan a recoger muchos desechos que podrían producir un incendio. Todos estos detalles se pueden transmitir para cambiar la predisposición que haya recibido tanto en la escuela como a través de la televisión. Por supuesto, lo mejor es hacer todas estas anotaciones de una forma didáctica. Visitar el campo es una buena forma de mostrar lo importante que es que el lugar siga contando con cazadores que mantengan controlados todos estos aspectos.
Iniciación en esta práctica
Las primeras salidas al campo son muy valiosas para conocer de primera mano tanto la flora como la fauna local. Los sonidos de la naturaleza, así como las huellas y restos que los animales van dejando por el monte son señales de que las presas se encuentran por la zona. Los más jóvenes suelen contar con una vista más fina.
Puesto que en un primer momento el niño no podrá disparar, es buena idea que se encargue de localizar las presas. Más adelante, llegará el momento de las primeras prácticas de puntería. Todo el proceso intermedio será de ayuda para formarle en este arte de un modo paulatino y sin prisas.
El mejor momento para comenzar su práctica
La normativa de cada autonomía es diferente, pero por norma general, en España puede practicarse este deporte sin armas desde los 14 años. A partir de los 16, ya se puede sacar la licencia para armas de fuego. Se recomienda que comience cuanto antes la actividad desde que legalmente sea posible, ya que de este modo el hijo podrá conocer rápidamente todos los conocimientos necesarios para practicarla de forma efectiva.
La caza ofrece múltiples beneficios para los ecosistemas y tiene aspectos muy positivos que son de ayuda para estrechar los lazos con los hijos. Con estos consejos tanto el padre como el hijo podrán disfrutar juntos de esta práctica.