Una de las modalidades más fascinantes de la caza del jabalí son las esperas nocturnas. Los cerdos salvajes, durante el día, suelen pasarlo en camas o depresiones en el terreno que se hacen entre áreas de follaje tupido para esconderse. No es hasta que cae la noche o a primeras horas de la mañana cuando salen de su escondrijo y comienzan su actividad.

Los secretos del campo nocturno en las esperas de mayo

Es cierto que no todas las regiones permiten las esperas para la caza del jabalí en mayo. Es necesario consultar el calendario al respecto de cada administración. Sin embargo, es una de las mejores épocas para la caza del jabalí, porque el campo es espectacular en esas noches.

Muchos cazadores principiantes en el aguardo nocturno no entienden qué salió mal para que ni siquiera vieran un rayón tras sus primeras experiencias. La mayoría de las veces se trata de errores que habría sido sencillo soslayar. Algunos de ellos son:

  1. El cazador se colocó a favor del viento y los animales detectaron su presencia por el olor. Siempre es conveniente colocarse con el viento en contra. Otra de las precauciones que toman los más veteranos es lavar la ropa e, incluso, ducharse con una mezcla de jabón y bicarbonato para reducir al máximo el olor.
  2. De manera equivocada, se colocan cerca de los comederos. En mayo, hay comida natural en el campo mucho más apetecible y segura para los puercos salvajes. Es más fácil que acudan a una siembra que a los comederos artificiales.
  3. El acechador no supo entender los sonidos de la naturaleza. No es necesario que sea el jabalí el que detecte la presencia humana en un terreno. En muchas ocasiones, basta con que las lechuzas, búhos, mochuelos, conejos o zorros, entre otros, lo hagan para alertar a la posible presa.
  4. No prestó atención a las huellas del jabalí para elegir el refugio correcto. Antes de proceder con el aguardo, conviene inspeccionar el campo. Las señales posibles son variadas: huellas, salpicaduras de barro, la ausencia de corteza en un árbol, pelos de jabalí adosados por haberse rascado contra él o huellas ascendentes en línea recta por una loma. Los venados suben con cierto grado de inclinación. Es muy importante detectar un camino de paso para el animal.
  5. Se colocó demasiado cerca de la cama. Los jabalíes, cuando se ponen en movimiento, no se quedan cerca de donde duermen.


La caza del jabalí por espera nocturna requiere paciencia, quietud, silencio y pericia. Es un animal inteligente que ha aprendido a sobrevivir y, cuanto más verraco o navajero, más resabiado está. Sin embargo, merece la pena la frustración al principio por disfrutar de la naturaleza en toda su plenitud en esas noches de aguardo.

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