Nadie duda de que el sentido del olfato del perro de caza es superior al del ser humano. Si el universo de las personas está repleto de imágenes y sonidos, el de los canes es un universo lleno de olores. 

La vista en el perro de caza: el eterno atardecer

La visión nocturna del perro de caza es superior a la del hombre, aunque no es tan buena como la de los felinos. En cuanto a su visión panorámica, las diferencias entre las razas son notables. Las razas de caza suelen disponer de un ángulo de visión estrecho, que hace su amplitud panorámica binocular. Poseen visión de túnel. Esta característica parece un rasgo evolutivo propio de los cazadores.

Respecto a los colores, los perros perciben el violeta como azul y el naranja como amarillo. El resto de los colores pertenece a la escala de grises.

El tipo de vista es una cuestión de conos y bastones

Los conos y los bastones son las células receptoras que hay en la retina y, según sus proporciones, condicionan el tipo de visión del individuo. Si abundan los conos, se produce una mejor agudeza visual y una mayor percepción de los colores. En cambio, si predominan los bastones, se experimenta una mejor visión nocturna y una gran riqueza de matices de grises. En los perros de caza, predominan los bastones.

El oído en los perros de caza

Tras el olfato, el oído es el sentido más desarrollado en los perros. Disponen de un pabellón auricular móvil y orientable que les permite captar un mayor número de ondas sonoras. Son capaces de captar frecuencias hasta casi tres veces superiores a las que percibe el oído humano y también tienen una mayor capacidad para distinguir unos sonidos de otros, incluso a distancia.

Pese a su mayor capacidad para captar los sonidos agudos, experimentan dificultades para percibir las frecuencias más bajas o graves.

Los perros perciben ultrasonidos que el hombre no percibe. Por eso, entran en estado de alerta aparentemente sin justificación o son capaces de reaccionar momentos antes de producirse un terremoto.

Los problemas de otitis en los perros de caza

El conducto auditivo del perro es más ancho en el exterior y se estrecha hacia el interior, lo que supone un obstáculo para su limpieza. Los altos niveles de humedad que provoca esta anatomía y la falta de ventilación causan procesos inflamatorios con regularidad.

Se distinguen tres etiologías distintas:

  1. Infecciosa. Está provocada por microorganismos. Suele convertirse en crónica por la facilidad de su recurrencia y es difícil de tratar.
  2. Por objeto extraño. Es habitual en perros con orejas caídas y de pelo largo.
  3. Por Otodectes cynotis. Es un ácaro muy contagioso, pero fácil de tratar.

En resumen, el perro de caza dispone de un oído más evolucionado que el del hombre y de una vista más limitada

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