Enseñar a un perro de rastro es una tarea que lleva su tiempo, pero que, con un adecuado entrenamiento y mucha paciencia, se puede conseguir con éxito. Para ello, es importante saber que se debe comenzar con el adiestramiento cuando es tan solo un cachorro. Teniendo en cuenta unos aspectos clave y trabajando con él los ejercicios correctos, al final el buen aprendizaje dará sus frutos.   

El juego y la obediencia

Lo primero de todo es empezar a familiarizar al can con algunos escenarios que verá más adelante, pero siempre tomándose este paso inicial como un juego. Así debe de sentirlo el animal, de forma que aprenda a obedecer unas principales órdenes (sentarse, echarse, dar la pata…). La obediencia es fundamental para que el futuro perro de caza se sienta cómodo, seguro y concentrado. Tanto en esos momentos como cuando le toque salir al monte. 

Entrenamientos con ejercicios de caza

Superada esa primera fase, conviene ir probando el rastreo como tal, de forma que el cachorro vaya recogiendo pequeños rastros de su comida o pienso colocados adrede. Aquí es importante no caer en la imprudencia de llevar al can a una situación real donde haya restos de una caza.

Antes debe estar bien preparado o podría asustarse. De esta forma, el tercer paso es practicar con un palo coronado en su punta por un trozo de piel animal, que debe estar secada y salada. El ejercicio consiste simplemente en lanzar ese objeto para que lo busque o que salte para cogerlo. Se puede ir cambiando de actividad, todo para estimular sus instintos perrunos al tiempo que fortalece su musculatura. 

Combinando ese juego con los rastros anteriores de comida, en estos se puede ir un paso más allá con el tiempo, colocando pieles finas o trozos de carne un poco ensangrentadas. Por supuesto, siempre al final se debe dar al perro una recompensa.

Por otro lado, también es clave ayudarle a que se adapte a los ruidos y no se asuste cuando escucha un disparo. Un buen truco es llevarlo en coche a un campo de tiro, de manera que se acostumbre al ambiente de caza sin estar en el terreno como tal, sino en el vehículo. 

Errores frecuentes

No se debe caer en el error común de llevar a un escenario real de caza al animal si no está todavía preparado. Después de practicar lo suficiente en los entrenamientos descritos, sí es recomendable que entre en contacto con piezas de carne, pero de forma paulatina. No hay que agobiarle con tripas y mucha sangre. Pieza a pieza, siempre sin caer en otro típico error: no tener paciencia.

Al final, con calma, perseverancia y siguiendo todos los pasos explicados, se logra un excelente adiestramiento del perro de rastro.

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