La montería es una de las modalidades colectivas de caza mayor en España. Sus orígenes se remontan a la Edad Media. Su principal particularidad es el uso de rehalas o jaurías de perros adiestrados para caza mayor.
Consiste en ir cercando un determinado terreno apostando cazadores, los monteros, en lugares estratégicos. Posteriormente, se sueltan las rehalas para batir la mancha y acercar la presa a las posiciones de los monteros, que intentarán darles caza.
Para su éxito, requiere la confluencia de un buen número de personas:
1. Los dueños de las rehalas.
2. Los monteros.
3. Gestores cinegéticos o dueños de los cotos.
4. Capitán de montería.
5. Postores.
6. Secretarios.
7. Guías.
8. Arrieros y cargadores.
9. Personal auxiliar: cocineros, carniceros, taxidermistas, etc.
Papel del organizador de montería
El organizador suele ser el capitán de montería. Al ser una modalidad en la que intervienen tantas personas, es necesario que tenga dotes organizativas y de coordinación. Su trabajo implica varias áreas:
1. Requisitos administrativos
Se encarga de los permisos y autorizaciones administrativas pertinentes. Así, notifica a la sección de caza de la consejería correspondiente la fecha de celebración con la antelación establecida en cada comunidad autónoma.
Asimismo, notifica a la Consejería de Sanidad la celebración de la montería destacando entre los datos a aportar, el establecimiento que se hará cargo de la carne. Hay que adjuntar un escrito de compromiso del cumplimiento de la normativa de gestión de residuos y el comprobante de pago de tasas.
Si no hay impedimentos, debe notificarlo a la Guardia Civil, a los agentes forestales y a los vecinos.
Tras la montería, debe notificar el resultado a la sección de caza de la consejería correspondiente.
Cada comunidad autónoma puede disponer algún otro requisito específico.
2. Estudio de campo
Sobre el terreno, el capitán de montería debe estudiar la disposición y número de puestos adecuados, el buen estado de las infraestructuras necesarias, los vehículos necesarios, la dimensión de las rehalas, número de participantes, etc.
Se encarga del sorteo de los puestos y de explicar las normas sobre seguridad a los monteros, así como verificar la vigencia de sus permisos de caza y sus seguros.
3. Protocolos en la montería
Coordina a todo el personal el día de la montería para que todo se ajuste a la planificación previa y según los plazos previstos.
Asimismo, dirime los conflictos, mediante comprobaciones sobre el terreno, entre monteros respecto a apuntarse el tanto de una determinada pieza.
En definitiva, para organizar una montería hay que tener en cuenta muchos aspectos y requiere un intenso trabajo previo administrativo, organizativo, de coordinación y de diplomacia, donde todos los participantes, equipados adecuadamente, cumplen escrupulosamente con su papel. Tanto trabajo proporciona grandes satisfacciones cuando todo se desarrolla según lo previsto.