Se puede decir, sin temor a equivocación, que el galgo español es un perro que ha nacido para la caza. A continuación, se desgranan las razones que justifican esta afirmación. 

Unas características especiales para cazar

En primer lugar, hay que señalar que existen diversas teorías acerca del origen de esta raza. La mayoría de ellas emparentan a los galgos con los perros del Egipto de los faraones. Pero también existen hipótesis acerca de su vinculación al saluki o a las invasiones celtas.

En todo caso, queda claro que los cruces con la variedad británica de esta raza han sido claves a la hora de configurar la fisonomía y el comportamiento de los actuales galgos. Los objetivos cinegéticos no estaban detrás de estas relaciones, sino las carreras entre ellos. 

Por consiguiente, hoy en día estos canes son reconocibles por su figura esbelta. Se trata de animales con un peso de entre 20 y 30 kilos que alcanzan una altura que oscila entre entre 50 y 70 cm. Su pelo alisado (canela, negro, atigrado o blanco) destaca por su dureza y por ser corto.

Se caracterizan por su docilidad, timidez y sensibilidad. Son cualidades que no les impiden ser también muy activos. Por último, su esperanza de vida se sitúa alrededor de doce y catorce años.

¿Cómo hay que cuidar a los galgos?

Hay que tener en cuenta que sus facultades físicas les hacen especialmente idóneos para cazar. Sobre todo, a la hora de perseguir liebres, ya que combinan una vista muy afinada con un punto de velocidad extraordinario

Ellos mismos disfrutan, por otro lado, de emprender las cacerías de forma autónoma, por lo que también es necesario entrenarlos para que puedan seguir las órdenes de los cazadores de una forma más práctica. 

De hecho, cuando se trata de dar alcance a las liebres y a otros animales similares, las cacerías menores con galgos son preferidas a otras modalidades

Pero si un cazador desea contar con galgos a la altura del nivel de sus jornadas cinegéticas, es imprescindible que afine con su alimentación. En este sentido, hay que valorar que, por su naturaleza inquieta, estos animales queman muchas calorías al día. Así que es preciso proporcionarles una dieta rica en proteínas, por lo que el pienso que se les dé ha de adaptarse a las condiciones específicas de cada ejemplar. 

Cabe señalar, por otro lado, que se trata de animales frioleros, hay que tener precaución en invierno, especialmente cuando tengan que salir a la calle. No hace falta bañarlos, aunque siempre viene bien cepillarlos.

Lo más relevante, en cuanto a su educación, es estimular su cuerpo y su mente. Ellos mismos van a pedir hacer ejercicio físico

En definitiva, el galgo es ideal para salir a cazar, pero su desempeño en estos menesteres pasa por esmerarse en sus cuidados.

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