La caza en Extremadura es una actividad que llevan a cabo muchas personas. En este artículo se comentan cuáles son las principales especies de caza mayor y menor, así como otras particularidades de esta Comunidad Autónoma.
Tipos de esta disciplina en Extremadura
Al igual que en gran parte del territorio español, en Extremadura también se dan los dos tipos generales, la mayor y la menor. La mayor se refiere a los animales de gran envergadura, y en el caso de la menor, el apelativo también tiene que ver con el tamaño.
En esta región, las especies cinegéticas de mayor importancia son seis: la perdiz, el conejo, la liebre, el ciervo, el jabalí y la cabra montés. Entre las provincias, se observan pequeñas diferencias entre estos animales, lo que hace que en Cáceres haya más cabra montés y en Badajoz más unidades de jabalí cazadas. Sin embargo, el resto de diferencias no son demasiado notables.
Modalidades
En cuanto a las diferentes modalidades, cabe destacar la montería, pero también se dan otras actividades venatorias, como es el caso de los ojeos, los recechos o los aguardos. En cualquier caso, desde el año 2013 al año 2017, en toda la región se calcula que se llevan a cabo más de mil monterías cada año, cifra que además ha ido en aumento. Distinguiendo por provincias, en Cáceres es donde se produce un mayor número de aquellas.
Los cotos extremeños
Otro de los aspectos a tener en cuenta en la actividad cinegética son los cotos. En Extremadura, el número de cotos privados de la modalidad menor es superior a las cifras medias que se observan en el resto de la península. Además, tienen una gran importancia los cotos sociales que, a pesar de ser menores en número, tienen una extensión bastante considerable, demostrando la importancia de este deporte en la comunidad. Asimismo, se está observando en los últimos años un repunte de cazadores, de modo que las monterías también siguen creciendo.
¿Qué hay de las repercusiones económicas?
Muchas personas se fijan en el impacto de la práctica cinegética según los beneficios económicos que trae consigo. En este caso, los datos que vienen del año 2017 indican que se han producido unos ingresos próximos a 7 millones de euros y que la cifra va en aumento desde el año anterior. Además, también se estima que el flujo económico relacionado con esta disciplina sigue creciendo notablemente. No cabe duda de que esta actividad está generando un importante beneficio monetario para la comunidad autónoma en conjunto.
En resumen, como se ha podido observar, la caza en Extremadura es una actividad de gran importancia, que destaca por sus especies y, especialmente, por los beneficios económicos que genera en este territorio español. Como bien nos añaden nuestros amigos de Marba Caza, la caza en Extremadura es parte de su patrimonio cultural y que, con el paso de los años, sigue transmitiéndose de generación en generación, siendo los núcleos rurales los principales beneficiarios de ello ya que nuestra actividad supone un incremento considerable en su economía y permite perpetuar el lazo entre la población urbana y la rural