Un perro de caza debe permanecer en las mejores condiciones de salud posibles. Estos animales son muy sensibles y juegan un rol esencial en las artes cinegéticas. Pero algunas enfermedades son difíciles de reconocer, motivo suficiente para prestar atención y conocer al menos las más comunes. Jugar con la salud de estos animales es una negligencia que nadie debería estar dispuesto a asumir.
¿Cuándo realizar las revisiones?
Lo recomendable sería acudir al veterinario antes y después del inicio de la temporada, así puede asegurarse de que el animal estará en buenas condiciones a lo largo del año. Sin embargo, también es loable realizar un examen general de la salud del perro.
El primer indicador de una posible enfermedad es el comportamiento del animal. Tanto mostrar una actividad mayor como menor de la normal puede ser síntoma de posibles trastornos, como es el caso de la ansiedad o la depresión.
Revisar el estado de sus patas también es muy importante. La cojera y la dificultad para levantarse son síntomas inequívocos de que existe un problema, que puede ir desde una simple lesión a una enfermedad grave.
La respiración es otro marcador observable a simple vista. Lo normal es que el perro respire sin problema alguno, lo que supone unas 15 o 30 respiraciones cada minuto. Tos o estornudos continuos son indicativos de una posible enfermedad en las vías respiratorias.
Por último, el pelaje y la piel son indicadores muy dignos de tener en cuenta. Un pelo sano está caracterizado por su lustre y brillo naturales y la ausencia de caspa y calvas. Por su lado, la piel debe poseer un tono rosado, sin heridas ni síntomas de un rascado excesivo.
La ausencia de parásitos es un síntoma claro de salud y buena higiene. Después de cada batida es recomendable revisar el pelaje en busca de parásitos como las garrapatas.
Exámenes en detalle
Más allá de los síntomas que se manifiesten externamente, es aconsejable recurrir a un examen más detallado. El sistema digestivo del perro puede esconder enfermedades o parásitos de difícil detección con una revisión somera. Los vómitos, el estreñimiento y las heces con huevos de parásitos son indicadores muy a tener en cuenta. Además, un olor extraño en la orina, un color anormal, la presencia de sangre o excesiva sed son avisos de enfermedades como la diabetes o un posible fallo renal.
No hay que olvidar palpar todo el cuerpo del animal, en especial la panza, en busca de tumores. Esto debe hacerse en perros de avanzada edad y en el caso de las hembras no castradas.
Los mejores cuidados
Los cuidados de un perro de caza han de llevarse al día. Ante cualquier duda, lo mejor siempre será acudir al veterinario. No obstante, mantener una revisión constante por parte del dueño será útil para detectar a tiempo más de una enfermedad.