Si un perro de caza que forma parte del equipo cinegético le tiene miedo al ruido de los disparos, puede presentar una serie de conductas que son contraproducentes para lograr los objetivos. No tendrá el arrojo necesario para cumplir con sus tareas y se perderán muchas oportunidades de cobrar presas.

¿Cómo actuar con el perro en este caso?

Este problema es bastante habitual y suele deberse a una iniciación inadecuada. Al parecer hay ciertos factores genéticos que pueden hacer que unos perros sean más valientes que otros. También influyen algunas circunstancias que hayan dejado un trauma, como haber recibido un perdigonazo.

Conductas que pueden observarse

Si un perroestá sufriendo de fobia a los tiros puede desarrollar varios comportamientos que no serán de ayuda para cazar. Uno de ellos es que huye y se esconde cuando escucha un tiro, cuando ve una presa o inclusive al olerla. Otra reacción que puede presentar es la parálisis: se queda cerca del amo y no sale a cobrar la presa abatida. Otro caso menos frecuente es que el animal reaccione con agresividad, gruñendo y mostrando los dientes.

¿Cómo resolver el problema?

Lo peor que se puede hacer es exponer al animal a ruidos y disparos de una manera no controlada, lo que solo empeorará la situación. El animal siente el ruido súbito como un ataque, por lo que no se debe propiciar que ese miedo que siente se asocie con caricias, comidas o castigos como, por ejemplo, estar atado.

Socialización del perro

El cachorro debe tener un período de socialización a temprana edad, entre los meses 1 y 3, durante el cual vaya habituándose progresivamente a ruidos de intensidad creciente cuando esté tranquilo. En esos momentos es conveniente acariciarle para que asocie los sonidos con algo placentero. También debe habituársele a la calle, al ambiente silvestre y a otras personas. 

Algunas técnicas útiles de habituación

Los globos hinchados que estallan pueden usarse para que el perro se acostumbre a los ruidos súbitos e intensos. Puede hacerse estallar uno a cierta distancia mientras otra persona le da alimento si reacciona bien, con tranquilidad.

Esto puede hacerse muchas veces hasta que el animal asocie el ruido y la comida. Si reacciona mal y se asusta, se le puede dejar sin alimento por un tiempo hasta la próxima intentona.

Progresivamente, en la medida en que tolere el ruido, reaccione bien y lo asocie con el pienso, se puede ir acercando el estallido del globo.

Otra manera de habituarlo es usar perdices alicortas para que las atrape. En el momento en que el perroestá concentrado y vaya a darle alcance, estallar un globo. Esto se puede repetir muchas veces con intensidad creciente, haciéndolo cada vez más cerca.

Un perro de caza es un animal hábil que se puede entrenar perfectamente para que sea un excelente compañero.

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