El instinto de caza constituye una característica innata en los perros. Sin embargo, como sucede con todas las que se transmiten genéticamente, esta herencia no se encuentra en todos los ejemplares en las mismas proporciones. Por consiguiente, vale la pena aprender a distinguir las principales tendencias de este factor genético y tenerlas en cuenta a la hora de emplear a uno de estos animales en las cacerías. 

Una aptitud innata

Por su pasado, que remarca la descendencia de los lobos, los perros son animales que tienen instinto cazador. Si no cazaban, no comían, por lo que lo normal es manifestar esa necesidad de hacerse con presas. Además, lo hacían en manadas. Ni cientos de años de domesticación han podido acabar con este instinto, aunque resulta evidente que, en los contextos actuales de residencia de estos animales, se encuentra muy amortiguado. 

¿Cómo reconocer si un perro tiene instinto cazador?

Los amantes de las actividades cinegéticas tienen la capacidad de identificar con facilidad si un perro tiene la tendencia de desarrollar un instinto de caza poderoso. Partiendo del hecho de que todos poseen el instinto primario, hay que señalar que no todos lo van a poner en práctica del modo en el que es necesitado por el cazador. 

La experiencia a la hora de cazar con perros será fundamental para distinguir a los ejemplares que no son aptos para estas actividades. En este sentido, interesa comparar las respuestas de estos animales ante situaciones similares. Hay perros que pasarán la mayoría de la jornada cinegética escondidos detrás de los pantalones del cazador. Son animales que mostrarán indisimulada indiferencia, por ejemplo, cuando pase una presa por delante de ellos o incluso, por ejemplo, mientras se esté produciendo una pelea con zorros. 

Por otro lado, hay que tener en cuenta que existen diversas especies que muestran un mayor interés por cazar. Entre ellas, destacan las siguientes: terriers, beagles, setters, pointers, bracos, perdigueros, golden retrievers, dálmatas, etc.

¿Qué se puede hacer si un perro no tiene ganas de cazar?

A grandes rasgos, quienes deseen contar con perros aptos para cazar deben elegir ejemplares de razas como las citadas anteriormente. No obstante, hay que aclarar que no todos van a heredar en la misma medida ese impulso cazador. 

Esta herencia no se desarrolla en el mismo grado en todos los perros, así que la forma de conseguir los mejor dotados, en este aspecto, pasa por cruzar los ejemplares que ya hayan demostrado tener la cualidad cazadora. Aparte, esta buena base genética deberá ser reforzada desde que son cachorros, de forma que se estimulen las zonas cerebrales de las que depende el instinto cazador. Así que desde los dos o tres meses de vida pueden ser incentivados para rastrear.

En definitiva, el instinto de caza se tiene por parte del perro, pero debe ser estimulado convenientemente. 

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