Los perros son animales que han acompañado al hombre en la caza durante miles de años. Han evolucionado hasta derivar en 337 razas que son aceptadas por la Federación Cinológica Internacional. De ellas, 21 son propias de España. 

Perros de caza españoles

Muchos tipos de perros españoles tienen una muy antigua presencia en la península, especialmente en las labores de pastoreo. De hecho, se han encontrado evidencias óseas en yacimientos fósiles que datan de 12 000 años atrás. En la actividad cinegética se han llegado a desarrollar razas especializadas y muy eficientes para determinadas tareas.

El perdiguero de Burgos

Es un perro de muestra y su constancia al seguir el rastro lo hace muy adecuado para perdices y codornices. Es fuerte y resistente y obedece con docilidad los comandos del amo, poseyendo métodos de caza muy útiles. Tiene un peso de 25 a 30 kilos y una altura de entre 59 y 67 centímetros. Su carácter dócil lo hace apto para formar cuadrillas o parejas y su inteligencia le permite asimilar un adiestramiento completo.

El podenco ibicenco

Es un perro de una raza muy antigua que se cree que procede de Egipto. Sus destrezas son especialmente agudizadas en la caza del conejo, aunque es capaz de seguir el rastro de perdices, ciervos y jabalíes. Tiene muy buen olfato y un oído excepcional gracias a sus grandes orejas. Su altura es de cerca de 68 centímetros. Es un animal independiente, astuto e inquieto con un temperamento que no ha sido templado.

El galgo español

Es muy resistente y veloz gracias a su cuerpo aerodinámico. Tanto su estructura como su cola le ayudan a hacer quiebros bruscos en pos de la presa, a la que detectan gracias a su aguda vista. Se suele usar para cazar liebres y conejos, y en ocasiones zorros. Es originario de Castilla y Andalucía, esbelto y delgado, con un peso de unos 30 kilos y una altura de 62 a 70 centímetros.

Sabueso español

Este perro es de talla mediana, pues mide unos 55 centímetros de altura. Su gran nariz va de marrón claro a negro intenso y el pelo es de color blanco y naranja. Su olfato, muy agudo, le permite ser un gran rastreador de caza mayor y menor, pero su especialidad es la liebre a vuelta y el rastreo de sangre. Su forma de latir es una gran fuente de información para el cazador.

El alano español

Es, probablemente, el primer perro clasificado como raza por una descripción de 1340. Intervino en la conquista de América y su fuerza lo hacía apto para una antigua suerte taurina llamada «perros al toro». Es molosoide, de tamaño mediano. Mide 58 centímetros y pesa unos 38 kilos. Tiene una cabeza maciza, es de hocico corto, de gran nariz y su pelo es corto y grueso.

Es un perro silencioso, poco afectado por el dolor, muy fuerte y extremadamente valiente. Es, por ello, excelente para inmovilizar a ciervos y jabalíes, a los que sujeta por la cabeza.

Los perros de caza españoles ofrecen al cazador sus grandes cualidades y sus desarrollados sentidos. Así, forman parte insustituible del equipo en la actividad cinegética.

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