La caza es una actividad en la que la fauna tiene una importancia trascendental. Pero no solo por los animales que van a poder ser capturados, sino también por el cometido de los perros en estas actividades. 

En este sentido, hay que tener en cuenta que estos compañeros de jornadas cinegéticas van a tener que aprender algunas pautas de comportamiento básicas para que resulten útiles en estas facetas. Estos comportamientos adecuados deben ser interiorizados desde cachorros, por lo que vale la pena tomar nota de determinadas recomendaciones idóneas a estos efectos. 

Consejos valiosos para educar a un cachorro en el mundo de la caza

– En primer lugar, hay que recordar que determinadas pautas de actuación tendrán que ser asumidas por los cachorros que van a participar en la caza de igual manera que los que solo van a estar presentes en los ámbitos domésticos. En este sentido, conviene que recuerden buenos hábitos y lugares donde han de realizarlos. Asimismo, se les penalizarán claramente los comportamientos negativos, aunque interesará reconducirlos mediante refuerzos positivos

– El ladrido es uno de los rasgos del cachorro que puede educarse. Dependerá, según la raza y el cometido del perro en el equipo cinegético, de si se quiere que ladre y avise de las incidencias o se muestre silencioso (para que no levante sospechas entre las presas).

– A partir de los tres meses de edad, podrá empezar a pasear por las zonas en las que se lleve a cabo la caza, aunque no deberá tener contacto con los animales perseguidos hasta que cumpla los cinco o seis. El adiestramiento, por tanto, puede llevarse a cabo en contacto con la naturaleza.

– Debe potenciarse el olfato mediante estímulos para beneficiar sus aptitudes para la caza.

En definitiva, directrices básicas para lograr que un cachorro se convierta en un perro de caza, una actividad que contribuye a la conservación y sostenibilidad del medio ambiente.

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