El mundo de la caza está considerado por algunos como un mal que está destruyendo la fauna. En realidad, el espíritu de la caza es totalmente diferente. Lo que se pretende es la conservación del medio ambiente, evitando la superpoblación en zonas carentes de depredadores naturales o abatir ejemplares que entorpecen un buen desarrollo de la especie.

Para que se cumpla este objetivo, es necesario que por parte de los cazadores se cumplan unas obligaciones, así como que se les reconozcan unos derechos.

¿Qué derechos tienen los cazadores?

Estos son los principales:

– Poseer su propia identidad y reconocimiento a su labor. La caza es considerada cada vez más como deporte y el cazador como un deportista. Aunque la realidad, es que el cazador realiza otras funciones beneficiosas para la naturaleza, diferentes al deporte y tiene derecho a que le sean reconocidas estas labores.

– Ser respetados. Los cazadores no son delincuentes que van matando animales sin piedad, sino lo contrario. La inmensa mayoría respetan la ley, a los demás y al medio que les rodea.

– Poseer Organismos Públicos que se dediquen a ellos. Que se encarguen de la regulación y gestión de la caza en su ámbito territorial, de acuerdo con las circunstancias que imperen en cada zona y momento.

– A poseer sus propias sociedades o asociaciones de cazadores. Encargadas de regular la caza en sus cotos correspondientes, estableciendo normas de ámbito interno, siempre dentro del marco legal establecido por la administración.

– A poseer formación para desarrollar su labor. El cazador para obtener la licencia de caza, pasa por un proceso formativo. Pero además debe estar informado de las modificaciones que se produzcan por distintos medios oficiales.

¿Qué obligaciones tiene el cazador?

– Cumplimiento de las Leyes y normas. El ejercicio de la caza está regulado por leyes de carácter estatal, complementadas y ampliadas por las autonómicas que deben ser respetadas por todo cazador. En ellas se recogen todas las obligaciones.

– Respetar a los demás y a sus propiedades. No provocar daños en los bienes ajenos ni acercarse a donde viven o transitan personas, en especial si se caza con armas de fuego.

– Respetar el medio ambiente. No dejar residuos que degraden el medio natural (bolsas de plástico, cartuchos, etc.).

– Si poseen perros de caza, llevar en regla toda su documentación. Es necesario que vayan documentados y con sus vacunas al día, ya que van a ir sueltos por el campo.

– Realizar caza sostenible. Nunca abatir más ejemplares de los permitidos y realizarlo con lógica, para mejorar la subsistencia de la especie.

En definitiva, en el ejercicio de la caza, lo fundamental es respetar y ser respetado. De esta forma, tanto el cazador, como los demás usuarios y el medio ambiente, salen beneficiados.

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