La caza de la liebre es una de las más extendidas y que mejor contribuyen a la conservación del medio ambiente y de la fauna. En este artículo se comentan algunas generalidades y se dan algunos consejos sobre cómo y cuándo cazar este lepórido.

La liebre se puede encontrar en casi todo el continente europeo, excepto en los Países Nórdicos. En España, en la franja territorial al norte del río Ebro, está la llamada liebre europea y en el sur se puede encontrar la liebre ibérica, que pesa entre 1,5 y 2,6 kilogramos. Su conservación, por motivos de preservación de la naturaleza, se está priorizando.

Tiene un serio riesgo de desaparecer porque, a diferencia del conejo común, tiende a hacerlo todo al descubierto y, además, solo pare dos crías de cada vez.

Consejos de caza

En primer lugar, cuando se va a cazar una liebre, hay que tener en cuenta que se suelen escapar por exceso de confianza. Es un animal más ancho que un conejo y, por lo tanto, abatirlo es objetivamente más sencillo.

Otra cuestión a considerar es que la liebre es un animal predominantemente nocturno, de ahí que se pueda localizar al amanecer en las cercanías de los hoyos que cava, siendo el mejor momento para la caza. Lo ideal es realizar el tiro a una distancia de entre 20 y 30 metros.

En cuanto al apareamiento los machos son quienes se acercan a las hembras para aparearse persiguiendo a la hembra en incluso con pelea a manotazos hasta que finalmente la hembra acepta el apareamiento.

En cuanto al perro, un galgo puede ser una raza aconsejable, puesto que la liebre destaca por su velocidad y capacidad de dar saltos de hasta tres metros. El perro de caza ha de ser rápido para contrarrestar este factor. Razas como los podencos o el beagle también pueden valer.

Para cazar este animal se tiene que utilizar escopeta y munición de caza menor. Para la liebre se aconseja un gramaje de entre 32 y 34 gramos y una munición del 5, 6 ó 7.

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