La caza mayor es la modalidad cinegética que busca abatir animales salvajes de tamaño superior al de un zorro. Es decir, una de las primeras diferencias con la caza menor es el tamaño de los animales cazados. En España las especies a las que se les da caza dentro de esta modalidad son: el corzo, el jabalí, el ciervo, el muflón, el gamo, la cabra montesa y el arruí.
Para cazar cualquiera de estas especies cinegéticas existen más de cuatro modalidades. Pero las más empleadas son: la montería, el rececho, el acecho y la batida.
Modalidades
Probablemente, la montería sea la modalidad más conocida dentro de la caza mayor. Lo que hacen los cazadores aquí es, en primer lugar, seleccionar un monte. Este monte casi siempre es tratado por los dueños del coto, suelen echar comida para que haya un mayor número de reses. Después, se divide el monte por zonas y se colocan varios puestos. Los puestos son los lugares donde debe colocarse cada cazador y están numerados.
Entre puesto y puesto se deben cumplir unas medidas de seguridad relativas a la distancia. Una vez colocados los cazadores, se sueltan los perros que ayudan a que los animales salgan por el monte y así puedan ser abatidos. Para asegurar la conservación de la fauna, siempre se recomienda matar a los animales más viejos, que suelen ser los más grandes.
La batida consiste en organizar varios grupos de cazadores, unos serán los encargados de avanzar con los perros para ir sacando a los animales y otros se sitúan en el lugar por el que tienden a huir los animales. Generalmente, los grupos son menos numerosos que en las monterías, ya que aquí es frecuente superar los 60 cazadores.
El rececho es una modalidad de caza individual. El cazador selecciona un lugar y trata de buscar el animal más grande, es decir, el mejor trofeo. Para practicar esta modalidad de caza es fundamental ser sigiloso e intentar camuflarse con la naturaleza. Es frecuente que el cazador peine la zona andando pausadamente o bien, la otra opción, es elegir un lugar estratégico desde el cual vislumbrar la zona.
El acecho también es una práctica individual. Aquí, el cazador aguarda en un lugar del monte y espera a que salga su presa. Normalmente, suele emplearse para cazar por la noche y abatir trofeos de jabalíes. Lo fundamental en esta modalidad es conocer bien el medio ambiente, saber cuáles son los tipos de sonidos que se pueden escuchar y lo que significa cada uno. Contar con una buena visión es básico en este tipo de modalidad cinegética porque suele emplearse por la noche.
Pero la parte más importante siempre es seleccionar la pieza adecuada para tratar con respecto y cuidado la fauna.