El uso de perros ha cobrado una especial importancia en los últimos años en el mundo de la caza menor para contrarrestar el descenso del número de especies en los cotos y el aumento de cazadores.

Contar con un buen perro como fiel compañero de caza es habitual entre los amantes de esta afición. Sin embargo, no vale cualquier can para que el cazador se asegure volver a casa con un buen número de piezas al finalizar la jornada.

Igual que existen diferentes modalidades de caza según la especie de la que se trate la presa, existen unas razas más propicias que otras para que acompañen al cazador en la empresa de conseguir los mejores resultados.

Dentro de la clasificación de razas que hace la Federación Cinológica Internacional, y siempre teniendo en cuenta las cualidades del can y la presa que el cazador busque, se pueden subdividir los perros de caza en los siguientes grupos.

Terriers: son principalmente buenos para la caza de conejos y liebres, ya que su función es obligar a los animales a salir de sus madrigueras.

Sabuesos y otros perros de rastro: estas razas de can destacan por contar con un olfato excepcional, por lo que se valen de él para seguir el rastro de las presas, sin necesidad de guiarse por la vista.

Perros de muestra: este tipo de perros se caracterizan por señalar al cazador dónde se encuentra la presa, por lo que son especialmente apreciados para la caza de aves ya que entre sus funciones no se encuentra la de ahuyentar a la presa, sino mostrarle al cazador su ubicación para que este la levante y la bata al vuelo.

Levantadores: su función es parecida a la de los perros de muestra, con la diferencia de que además se encargan de levantar la presa.

Cobradores: como su nombre indica, este tipo de perros sirve al cazador para recuperan la presa que ha sido abatida mediante arma de fuego, por lo que su función es meramente la de cobrar la pieza.

De agua: tienen las mismas características que los cobradores, pero como su nombre deja entrever, este tipo de perros se usa principalmente para la caza de aves acuáticas, por lo que su función es la de recuperar la presa del agua.

Galgos: son los perros más veloces que existen debido a su complexión atlética y delgada. Siguen a la presa por medio de la vista y, debido a sus características únicas, en la caza son muy valorados por perseguir a las presas y capturarlas de forma rápida.

En definitiva, igual que el cazador debe ir bien equipado cada vez que sale al campo, es también importante que se haga acompañar del perro que se adapte mejor a sus necesidades.

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