El cazador lo es durante todo el año, a todas horas. Por ello, todos tenemos una serie de rasgos que no tienen el resto de personas. En este artículo recogemos los diez con los que te vas a sentir más identificado.

Honestidad

Si hay algo que caracteriza a un cazador es la honestidad. Respetamos las normas y odiamos que nos relacionen con aquellos que no lo hacen. Somos respetuosos con el medio ambiente y con nuestros compañeros. Aunque lo anterior, como bien sabes, no incluye que tengas que decir siempre dónde están las mejores zonas de caza o que no puedas exagerar el tamaño de las piezas que abates. ¿Quién no lo ha hecho?

PAciencia

Si no eres paciente en la caza… estás perdido. ¿Quién no ha pasado jornada tras jornada detrás de las piezas sin llegar a ponerlas a tiro? De eso se trata la caza, al fin y al cabo, de perseverar y no abandonar nunca el objetivo.

Persistencia

La caza es superación. Cuando las cosas no salen como queremos, cuando los animales nos la juegan… Ahí es donde se ven los verdaderos cazadores. No importa cuántos lances falles, lo importante es vivirlos y revivirlos una y otra vez, y a pesar de los errores volver a salir a cazar -porque quien diga que no falla un solo disparo, miente.


Ética

A pesar de lo que pueda pensar el resto de la sociedad, el verdadero cazador no dispara de cualquier forma sobre sus piezas. Lo bonito de la caza es esa lucha de tú a tú con el animal. La caza debe traducirse en aproximarse al máximo al animal, de esta manera, si consigues disparar, los tiros serán más certeros -si aciertas, claro-. Todo consiste en no realizar un disparo para el que no estamos preparados ni entrenados

Seguridad

Por encima de todo, por encima de cualquier trofeo o lance, está la seguridad. Es la máxima regla de la caza. Lo importante es poder volver otro día. Una jornada exitosa es aquella en la que no se cometen imprudencias que lleven a situaciones de peligro. Por ello, es importante tener en perfectas condiciones el equipo que utilices y asegurarte en todo momento de saber dónde están tus compañeros.

Respeto

Debes buscar ‘túneles’ entre la vegetación más espesa, por ahí es por donde se mueven los jabalíes más deUn buen cazador es respetuoso. Respetuoso con los animales y el medioambiente, y respetuoso con el resto de la sociedad. Aunque haya quien intente descalificarte por tu pasión, nunca debes perder los papeles. No te rebajes al nivel de quien intenta menospreciarte.

Práctica

Entra en juego junto a la perseverancia. Se trata de ser mejor cada día, no sólo durante la temporada de caza sino todo el año. Debes mantenerte en forma para poder alcanzar los lugares más recónditos donde se esconden las piezas más esquivas, y debes practicar el tiro para que ninguna situación te pille desprevenido. Además de ganar efectividad, harás que los lances sean más certeros y las piezas que alcances no sufran -otra de las máximas de la caza.

Enseñanza

No dudes a la hora de compartir tus conocimientos y tus habilidades, habrá quien te lo agradezca y tenga ganas de aprender más. No sólo nos referimos a la parte práctica, puedes introducir a alguien por primera vez en este mundo, o puedes demostrar a alguien de tu entorno los beneficios de tu afición favorita.

Humildad

El verdadero cazador es humilde, no se jacta de la cantidad ni tamaño de sus trofeos. Al igual que no menosprecia a otro cazador si caza poco, o no sabe cómo hacer las cosas bien al inicio de su andadura cinegética.

Sentido del humor

Un buen cazador se mantiene positivo y se ríe de sus propios errores. ¿Quién no se ha reído de sí mismo tras fallar una pieza que estaba casi asegurada? También hay que saber aceptar las bromas de los compañeros cuando sucede esto. Todos fallamos y entra dentro de la normalidad en la caza, no te mosquees si un día no te salen las cosas, otro día serás tú quien pueda hacer bromas a otro compañero.

Fuente:

www.revistajaraysedal.es

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