Estamos en plena temporada de monterías y batidas, con muchas citas serranas por toda nuestra geografía peninsular y numerosas posibilidades sobre todo con cochinos y venados. Pero si quieres mejorar tus resultados, aquí tienes varios trucos imprescindibles.

Jamás debe mejorarse ni moverse del lugar donde esté situada la tablilla, pues a buen seguro el organizador habrá colocado el puesto en un lugar donde la seguridad y el careo habitual de las reses sean compatibles.

Evite llevar comida y, menos aún, bebidas alcohólicas al puesto; un desayuno es suficiente para aguantar varias horas en el puesto de montería. Si precisa de la ingesta de alimento, una pieza de fruta es suficiente.

En el caso de que sea fumador, haga un esfuerzo y guarde el tabaco para mejor ocasión, ya que los animales detectan el olor de éste desde muy lejos. Y procuren no utilizar el móvil, uso cada vez más extendido e incompatible con la caza.

Tenga bien presente que en los momentos previos a la suelta, incluso antes de haberse armado la mancha, los animales al escuchar ruidos estridentes a los que no están acostumbrados ya están avisados y prestos a salir de najas, sobre todo el cervuno.

Si escucha el tarameo de un animal entre la espesura permanezca inmóvil el tiempo que sea necesario, pues es posible que no nos haya cogido el aire y esté enmontado dudando por dónde romper. Quizá tengamos suerte si algún disparo cercano lo asusta o un perro de rehala le ha cogido el rastro.

En los cortaderos, aparte de estar con los sentidos bien despiertos, aguante cuando rompan varios animales, ya que las hembras abren camino y los mejores ejemplares son los que suelen cerrar el grupo.

Los tiros lejanos pocas veces tienen resultados positivos; en el mejor de los casos lo único que vamos a conseguir es herir a los animales, los cuales luego no se cobran. Procure siempre dejar cumplir a las reses, ya que aumentan las posibilidades de lograr un disparo certero y se disfruta mucho más del lance.

El arma siempre tiene que estar en perfecto estado, bien engrasada pero sin que sude aceite. Lo recomendable es su limpieza por lo menos tras gastar una caja de balas.

Y en cuanto a la óptica, el cuidado aún debe ser mayor, ya que un visor hay que tenerlo siempre a punto y comprobar de forma regular que lo tenemos perfectamente reglado, haya sufrido algún golpe o no.

Espere a que el postor haga acta de presencia para abandonar el puesto. Igual que sucede al inicio de la cacería, los buenos trofeos, animales cargados de años, suelen moverse al final de la montería cuando su instinto les hace creer que ha pasado el peligro.

Texto: J. L. Torío / Fuente:

www.elcotodecaza.com

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